Fue en París donde comencé a apreciar el arte. A lo largo de 5 años visité innumerables exposiciones que me permitieron sumergirme en una contemplación sin fin. Rica en poderosos descubrimientos que se escondían en los pliegues de los lienzos, era una lectura que invitaba cada vez a una mirada aguda e inquisidora.
Más tarde, en Guadalajara, concurrí a diferentes talleres para aprender las técnicas de la pintura y del dibujo en vivo. Por un tiempo considerable asistí a los talleres de los maestros Elena Moneni, Carlos Vargas Pons, Enrique Rico y Sergio Murillo, espacios en los que aprendí a trabajar diversas técnicas, particularmente las del óleo y el acrílico.
En 2007 comencé a estudiar grabado con Natalia Ludevid y más tarde con Cornelio García en La Torre de los Grillos, donde tuve mi taller. Fue una experiencia valiosísima porque pude compartir con artistas como Luis Valsoto, Eduardo Mejorada, Giorgio Mora, Adriana Luna, entre otros, hasta que La Torre de los Grillos cerró sus puertas. Allí trabajé las técnicas de aguafuerte y aguatinta aunque también me interesó, particularmente el collage, al igual que la monotipia, el linóleo y el collagraph. De estos últimos rescato la posibilidad intensa de la experiencia lúdica que abre permanentemente el juego a la composición y sus complejidades.
La abstracción me atrae sobremanera, pero también encuentro la fuerza de lo expresivo en lo figurativo geométrico. El color puede cautivarme, me gustan sus ritmos y cadencias, aunque debo decir que disfruto igualmente la sobriedad del blanco y negro y sus infinitos matices.
Para mi el arte es una experiencia de naturaleza estética que involucra todas las dimensiones del ser. Y es desde esta perspectiva que me siento en sintonía con la creación artística. Me deleita experimentar y darle rienda suelta al asombro.
Sigo trabajando el grabado y el acrílico y presento mi obra en exposiciones individuales y colectivas, en subastas y otras instancias. Integro Rutas Plásticas Jalisco, un colectivo de artistas que busca promover el arte en todos los rincones del estado. Lo significativo de “Rutas” es que no busca alimentar el ego de cada artista, sino más bien acercarse al común de la gente para motivarlos y vincularlos al mundo del arte y sus infinitas posibilidades. Y ahí reside lo significativo de su propuesta. En esa misma línea, como profesora de la Universidad de Guadalajara e interesada en los procesos estéticos en los niños, impartimos con mis alumnos talleres con resultados valiosos y francamente insospechados. Descubrimos los cambios sustanciales que la experiencia estética del arte generó en los niños, y nos encantamos con la sensibilidad y el despertar que ellos vivieron, y los ayudaría sin duda, a tomar conciencia de sus circunstancias y a hacer para transformarlas.